La libertad de planteamientos que identifica la cocina de Alberto Molina, responsable de Cávea, está presente en todas las propuestas de una carta tan desenfadada como viajera

 La inquietud de este profesional, formado en la legendaria escuela de La Cónsula, le lleva a: incluir vainas de soja inmadura, edamame, en una ensaladilla rusa especialmente ligera, sutil; proponer un puerro de Alta Gastronomía, con anchoas y almendras; o elaborar, por ejemplo, unas croquetas celestiales de mejillones tigre sin la servidumbre de sus respectivas conchas.

Es Cocina Gourmet de muchísimos quilates, muy colorista, muy saludable y siempre sorprendente, que pone muchos toques de alegría en un almuerzo o en una cena que se saldan siempre con facturas finales comedidas, muy populares.

LOS BÁSICOS MÁS ELEGANTES

Alberto Molina, uno de los pilares del Festival Cocina del Retorno, tiene el secreto de la originalidad que caracteriza a los grandes creadores. Siempre te conduce por un camino inexplorado. Sigue leyendo para acceder ya a la Experiencia Cávea.

Estamos en el centro histórico de Málaga, en pleno Corazón Gourmet de una ciudad convertida en referencia gastronómica de España gracias a una generación de profesionales de los fogones absolutamente excepcional, cocineros jóvenes por edad, pero tremendamente maduros en trabajo.

El restaurante Cávea, integrado en #10GrandesdeMálaga, abre su gran espacio interior, muy diáfano, frente al Teatro Echegaray, foco de cultura que lanza su primer guiño intelectual a través de sus vidrieras características, de estilo Art Decó.

Alberto Molina pone el toque de distinción de ese Teatro en sus entrantes: la ensaladilla rusa, la sardina ahumada y las croquetas de mejillón tigre. Son propuestas que se salen de las normas convencionales… para bien, para potenciar el disfrute de las personas sentadas a la mesa.

La ensaladilla rusa que incorpora alga edamame, además de jugo especial de pimientos asados y tacos de atún en aceite, es sutil, ligera y llena de matices que satisfacen los sentidos. No lleva demasiada patata, no contiene una cantidad excesiva de mahonesa, pero ofrece una profundidad de sabor destacable. Es la primera lección Gourmet del menú.

La sardina ahumada de Cávea, presentada sobre crema de aguacates y una rebanada de pan, confirma la línea de la cocina de Alberto Molina. Tiene todo el sabor del mar, pero remansado por dos ingredientes extra elaborados con toda delicadeza.

Hemos probado otras sardinas ahumadas que eran auténticas descargas de mar puro pero esta es mucho menos salvaje, podríamos decir que es una sardina de etiqueta, lista para escaparse a una función de ballet en el teatro abierto frente al restaurante. En una palabra: para comer una y, acto seguido, otras mil más sin el menor reparo.

Las croquetas de mejillón tigre con alioli de escabeche se inscriben en esa misma línea distinguida. El sabor sutil de su masa combina con un crujiente muy delicado, que añade su toque de diversión a un bocado en el que también se disfruta del alioli.

LA CONQUISTA DE LOS VEGETALES

¿Puede convertirse un puerro en uno de los momentos gloriosos de un menú? Habéis leído bien, un puerro, elaborado eso sí en salsa menier de anchoas y almendras es uno de los grandes protagonistas de nuestro almuerzo desde que sale de la cocina de Alberto Molina. Demuestra el enorme potencial de las verduras en la gastronomía más actual por sostenible, saludable y, sobre todo, sabroso.

Impresiona por la riqueza de su aroma propio y de su salsa magistral, acentuada por las almendras marconas de Málaga, auténticas joyas naturales, muy bien tostadas. Los puerros jugosos, hechos casi al dente, acarician los sentidos, mientras descubren los valores de un vegetal que merece un lugar de honor en el universo Gourmet. Es un plato supremo, de los que merecen un viaje para disfrutar de su intensidad.

EL TOQUE EXÓTICO

Finalizamos este almuerzo en Cávea con un plato que en cuanto consultas el menú: atún con curry masaman de cacahuete. Fusiona el atún con la receta emblemática de la cocina tailandesa para que la persona sentada a la mesa reciba una andanada de alegrías refrescante en la nariz, primero, y en la boca, después.

Ese curry masaman merece un monumento. Armónico, divertido, chispeante, es tan generoso en el paladar que eclipsa un poco el potencial del atún, pero la combinación es perfecta. Este enfoque exótico abre un nuevo camino al producto supremo del mar.

EL PODER DEL JENGIBRE

El postre que redondea este contacto inicial con la cocina de Cávea, la torrija de brioche con helado de jengibre, se mueve en los mismos derroteros del puerro o del atún. Manda, en todo caso, la distinción.

Las notas fragantes del jengibre conjugan con la dulzura del brioche para conformar una despedida ligera, nada invasiva, que deja la puerta abierta a nuevas experiencias en este restaurante. Es un postre elegante y, por supuesto, diferente.

Cávea, con Alberto Molina al volante, confirma todo el potencial del Corazón Gourmet de Málaga, toda la proyección de los #10GrandesdeMalaga. Es cocina sólida, elaborada con pasión, que busca la popularización de la mejor calidad con las tarifas más ajustadas.

 

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