Aromas potentes, sabores enérgicos, platos repletos de colorido… son impactos y más impactos en los sentidos capaces de proporcionarte momentos emocionantes en Florida Huelín mientras divisas el puerto de Málaga y su playa más occidental. Estamos en territorio del Chef Saka, para disfrutar de una cocina “kanalla” de altos vuelos porque la diversión está en las calles.

El almuerzo para dos personas, comedido para continuar así el trabajo por la tarde del modo más natural, nos ha descubierto el valor de unos fogones abiertos al mundo, desenfadados, creativos, pero muy rigurosos con la calidad de los ingredientes y con la minuciosidad de las preparaciones.

Solo 4 platos al centro, siempre muy generosos, para compartir del modo más amistoso nos han golpeado como derechazos de KO.

Una ensaladilla rusa con… secreto oriental, unos nachos con guacamole completamente caseros, sin rastro de ingredientes procesados, unas fajitas de ternera con… chupitos de gin lemon y unos mejillones Machete, de los que pronto explicaremos el nombre, nos han llevado de las calles de Málaga, a los barrios de Tokio, a los puestos de México DF… levantándonos del asiento por su despliegue de desafíos gourmet.

Sumamos los dos últimos elementos definitivos de esta Primera Cata. Por un lado el precio: menos de 60 euros con 2 vermuts incluidos en el aperitivo y 3 copas de vino; y, por otro parte, la atención del equipo de sala, bien preparado, cercano, super cordial y con ese toque de barrio que gratifica cada minuto de tu experiencia.

Málaga tiene ya un referente de: cocina viajera sin postureo, de fogones exóticos sin cuentas desorbitadas, de “canalleo” sin daños colaterales para el sistema digestivo… como es el caso de Cocineros muy apreciados por críticos que se deslumbran fácilmente. Se trata de Florida Huelin, a menos de 80 metros de la orilla del Mediterráneo, a 150 metros del Museo del Automóvil. Aquí se disfruta con el misterio que atesora cada plato, creado por el Chef Saka con un equipo volcado en su trabajo.

Ojo, que el Chef Saka es un malagueño de pura cepa, formado en restaurantes de medio mundo, que comenzó su carrera como… ayudante para todo, como el legendario Botones Sacarino. Ahora os explicaréis su nombre exótico.

ENSALADILLA RUSA A LA MODA JAPONESA

Estamos en Málaga y la ensaladilla rusa es casi una religión. Eso sí, es como el andaluz, un idioma con 8 millones de pronunciaciones diferentes. El Chef Saka atesora su propio secreto para la ensaladilla, sin renunciar a la patata bien machacada, a la mayonesa elaborada con un Aceite de Oliva Virgen Extra de altos vuelos, a la sedosidad de la mezcla.

En Florida Huelin saboreas una ensaladilla con una nota picante, sutil, muy delicada, pero presente, que combina, además, con la nota crujiente de unos cubitos de pan bien frito. Ese picante es sichimi togarashi, un combinado de especias habitual en Japón, que transforma el estilo mediterráneo del plato. Es una ensaladilla elegante y divertida, que abre nuevas vías a los paladares que aprecian los descubrimientos.

NACHOS, LA DIMENSIÓN MÁS NATURAL

Nachos, sí, pero los nachos del Chef Saka son malagueños por los cuatro costados, aunque mantienen su fidelidad a la propuesta mexicana más genuina.

Comenzamos con una explosión de color y de aromas delicados, pero potentes. Es una propuesta generosa para más de dos personas, incluso de buen comer, que reúne todas y cada una de las singularidades de unos nachos de gala.

El Chef Saka reivindica el origen de cada ingrediente y su elaboración, todo es “made in Málaga” con la única excepción del queso, original de México, un lujo que se derrite en el paladar. El guacamole es cremoso y potente, en pleno contraste con la cebolla, el maíz o los pimientos, especialmente crujientes.

El equipo de cocina de Florida Huelin elabora hasta los nachos, alejándose de otras propuestas similares que incorporan piezas de corte industrial. Si tenemos que puntuar estos nachos seguro que nos vamos a un 9,5 sobre 10, como homenaje a su autenticidad.

LA FELICIDAD EN UNA FAJITA

Más de una, concretamente dos fajitas de ternera de la raza suiza Simmental, aportan las chispas de felicidad en este restaurante desenfadado, puntal de la Málaga más actual, la que mira al Oeste.

El Chef Saka propone fajitas de ternera asada a baja temperatura, durante 20 horas, con crema agria, arroz de sushi y toque de lima.  El plato se redondea con dos chupitos de gin lemon, super refrescantes, que permiten el paso a otro plato con el paladar en plena forma.

Carne delicada, casi sutil, que libera toda su esencia con el toque de lima que la persona sentada a la mesa añade a su gusto. Cada bocado es una explosión de emociones en la boca, se perciben todos los ingredientes bien sintonizados, sin notas discordantes, siempre con el gusto de la carne en un plano principal. Son unas fajitas majestuosas.

MEJILLONES MACHETE, LA HORA DE LA VERDAD

Los mejillones de Florida Huelín son de otro planeta. Su carne, deliciosa, con toda la fuerza del mar, se hacen aún más sugerente con una salsa sublime que acaba con cualquier régimen, con cualquier prevención a mojar con pan. Imposible vencer la tentación.

Ahora viene lo mejor, es la salsa Machete, el apelativo de un cocinero que trabajó con el Chef Saka, recordado por el nivel de sus tatuajes… y eso que en el gremio de grandes de los fogones se encuentran los tatuajes más creativos del universo.

Es un plato elegante en todo momento gracias al buen acuerdo entre su salsa, elaborada con zanahoria, puerro, apio, ajo, además de crema agria, y los propios mejillones, siempre humildes, sí, pero grandiosos por su contenido marino.

El homenaje comestible del responsable Florida Huelín a su colaborador durante algún tiempo impresiona del modo más positivo. Este plato te obliga a volver una y otra vez a por más… mejillones Machete.

La primera cata de Florida Huelín habla de cocina directa, cocina enérgica, cocina para disfrutar entre amistades con la conversación más animada.

El Chef Saka impulsa un restaurante que alegra el corazón de sus comensales sin castigar su economía, sin castigar, tampoco, su anatomía ni su aparato digestivo.

La palabra final es honestidad y en Florida Huelín trabajan siempre con esa clave, aún poco utilizada por guías, academias, cofradías y organizaciones que se rigen por… otras normas.

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