En Conil, en la recién nombrada Ciudad Gastronómica Española, se vive la explosión de una cocina aventurera, que se alimenta de: América del Sur, China o Japón para enriquecer sus dos grandes pasiones: el atún de almadraba, recogido en sus propias playas atlánticas, y la ternera retinta, criada en las tierras gaditanas.

Feduchy, uno de los restaurantes clásicos de Conil, nos ha descubierto ese mestizaje vanguardista, siempre enriquecedor y emocionante, en un almuerzo delicioso compartido entre 4 adultos acomodados frente a la Puerta principal de la Ciudad, al pie de un edificio centenario de piedra ostionera.

En ese escenario singular, que aún nos permite soñar con viajes al Nuevo Continente, hemos asistido a un despliegue de platos imaginativos, sin fronteras, capaces de conquistar a gourmets jóvenes y veteranos por sus toques exóticos y enérgicos

Nuestro menú en Feduchy, dictado por paladares inquietos, siempre en busca de experiencias intensas, ha ido desde unas patatas bravas muy poco tradicionales, con mayonesa de curry y especias chinas, hasta un tiradito de atún rojo con ají amarillo y trufa sencillamente majestuoso y rompedor.

Os adelanto ya los precios de estos platos, 8 euros para las bravas o 15 euros para el tiradito, especialmente comedidos a juzgar por el nivel de la presentación y la calidad suprema de los ingredientes fundamentales.

El precio final de este almuerzo apasionante, que ha unido desde nigiris de atún con trufa hasta carrilleras de retinto y roll tempurizado con “mahosoja”, mayonesa con soja, se ha quedado por debajo de 100 euros, lo que confirma el nivel de competitividad de Conil y de todo Cádiz.

La experiencia en Feduchy, en esa terraza singular, en ese escenario evocador de aventuras por los 7 mares, con una cocina viajera, siempre impecable, ha sido super enriquecedora. Ya nos está pidiendo una segunda vuelta para adentrarnos en otras especialidades de la carta tan sugerentes, o más, que las degustadas en una jornada para recordar siempre.

El universo gourmet de Conil crece a cada momento con el impulso de: profesionales repletos de inquietudes, establecimientos de nivel que miman cada detalle, tiendas gourmet de categoría superior y proveedores de producto implicados en una oferta de calidad con tarifas controladas. Es un lujo al alcance de la mano.

Feduchy ahora, lo mismo que Bocinegro o El Escondite hace unos meses, están marcando el rumbo de una cocina de aventura para la clientela gourmet más exploradora.

LAS BRAVAS DE ALTA COCINA

Sorpresa inicial… para bien. Pedimos unas bravas, esas patatas crujientes y picantes que cautivan a cualquier hora del día… cuando salta la sorpresa. En Feduchy van muy lejos con sus bravas, verdaderas obras de arte. Presentan auténticos milhojas de patata, montados impecablemente, con el crujiente singular de cada una de las láminas que componen 4 porciones.

La textura es soberbia. Luego viene el sabor de la propia patata, toda una referencia gourmet cuando se viaja por tierras gaditanas, para llegar así al curry y a las especias chinas, con sus notas picantes, tan delicadas como aromáticas. Bravas sobresalientes, para repetir.

Unas simples patatas, con ese “simples” bien entrecomillado, nos han mostrado la fórmula de éxito de Feduchy, uno de los emblemas de Conil. La emoción se ha disparado con la entrada en escena del tiradito de atún rojo con ají amarillo y trufa. Brutal.

EL TIRADITO QUE TE LLEVA AL PACÍFICO

Tiras de atún rojo muy delgadas que se marinan con una salsa ácida y picante… hasta aquí el tiradito peruano clásico, un mestizaje perfecto entre las cocinas de una y otra orilla del Pacífico, de América y de Asia. El tiradito de Feduchy sublima ese concepto inicial con: un atún majestuoso, un ají amarillo enérgico y una nota de trufa.

Fiesta total en los sentidos: en la vista, por la vivacidad de la combinación de colores; en la nariz, por los matices de cada ingrediente; en el paladar, por esa sinfonía de emociones capaz de llevar el cerebro cerca del éxtasis. Ya he puesto este tiradito en el Top 5 de experiencias a repetir en 2024.

DE NIGIRIS A CARRILLERAS

Nuestro almuerzo en Feduchy ha seguido en ese vaivén de cocinas, de continentes, que multiplica tus momentos de felicidad en una de las mesas privilegiadas de la terraza que se abre a la Plaza Puerta de la Villa.

Unos nigiris de atún con trufa y polvo de sésamo, sutiles, elegantes y exquisitos, nos han mostrado los diferentes niveles de satisfacción que ofrecen dos platos elaborados, prácticamente, con los mismos ingredientes: el tiradito de antes y los nigiris de ahora.

La profundidad del atún se multiplica con la nota de trufa… distinción a la máxima potencia y paz, sí, esta propuesta aporta paz mental, tranquiliza a cada comensal, es un paso hacia el nirvana gourmet. El precio de este plato supremo es muy ajustado: 13,50 euros, más que razonable para un bocado de gloria.

GYOZAS DE PATO EN FEDUCHY DE CONIL, CÁDIZ, A DOS PASOS DEL ÉXTASIS

Un punto crujiente, una nota de mullido que acaricia la lengua y… una explosión potente, pero controlada, en los sentidos. Sí, en el bocado de una gyoza de pato, con sus perlas de tapioca y su salsa teriyaki elaborada en Feduchyi, lleva el paladar muy cerca del éxtasis. Puro arte que se disfruta tanto con los sentidos como con el cerebro, porque esta gyoza es una descarga de perfección, que se graba en la memoria. Si creéis que exageramos, y no exageramos nada, solo tenéis que desplazaros hasta Conil, Capital Española de la Gastronomía en 2024 Tenéis una cita en la terraza de Feduchy que mira a la Puerta de la Ciudad y con las gyozas, claro está. Soberbias.

El exotismo cede el paso a lo tradicional en nuestro almuerzo. Llega el tiempo de las carrilleras de retinto. Otra descarga de emociones con una carne noble, cocinada con la sabiduría familiar atesorada por madres y abuelas.

Todo muy sencillo, con el puré de patatas, con la salsa de las carrilleras y el vino, todo muy grandioso.

Los aromas y sabores de las carnes guisadas, grabados en cientos de gourmets desde su infancia, reciben los toques magistrales del equipo de cocina de Feduchy, que redondea la propuesta con una textura elegante, puro terciopelo, perfecta para una jornada invernal.

UN TOQUE EXTRA DE SUSHI

En la terraza de Feduchy es normal que tus ojos se vayan detrás de los platos servidos en otras mesas… y nos hemos enamorado. Habíamos puesto el punto final al almuerzo hasta que hemos visto pasar un roll tempurizado relleno de queso, aguacate y salmón con mahosoja, mayonesa con soja. Hago spoiler: hemos caído en la tentación.

Hemos caído y hemos acertado de pleno. Este roll es ligero, es divertido y te aporta un toque de vivacidad tras el despliegue de las carrilleras. Seguro que no es el orden idóneo para disfrutar de la cocina de Feduchy, en Conil, pero nos ha dejado super satisfechos. Acierto pleno.

Ligeramente crujientes, con la untuosidad de queso y el aguacate, con la nota grasa del salmón, la combinación es excelente, la ejecución impecable.

Caras sonrientes en toda la mesa, gestos de satisfacción desde el primer hasta el último plato, factura comedida y calidad, mucha calidad, en las presentaciones, en la atención del personal de sala, en el escenario al aire libre.

Feduchy nos ha confirmado sus valores para ser un referente en Conil y en todo Cádiz. Acierto pleno. Es un restaurante a recomendar siempre.

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