Estamos a orillas del Mediterráneo, en tierras malagueñas pero divisando ya el Peñón de Gibraltar. Es el Sur del Sur, un territorio fronterizo que pide un tipo especial de cocina, con toques exóticos procedentes de Africa, de América, del Extremo Oriente.

Spiler, el Club de Playa de Bahía Hotel Kempinski, ha abierto el horizonte a nuestros sentidos con sus sabores de los mares del Sur. Esos mares incluyen el Mediterráneo, claro está, el océano Atlántico y un recuerdo al Pacífico, en una fusión refrescante, repleta de Sol y Playa, siempre distinguida.

El almuerzo en Spiler nos ha confirmado el inmenso nivel en los fogones de dos cocineros inquietos, creativos, con visión gourmet 360 grados: Adrián Topan y Álvaro Hermosín.

Sus propuestas siempre mestizas, desde el taco de pato hasta el ceviche de corvina, desde el tartar de atún hasta la fritura de pescado, nos han paseado por el mejor Planeta… playero mientras disfrutábamos de la brisa mediterránea, a menos de 20 metros de las olas.

Camisa hawaiana, pantalones cortos, ganas de relax… estas son vuestras coordenadas imprescindibles para el verano 2022: Spiler, en Estepona, en el Paseo del Mar, club de playa de Bahía Hotel Kempinski.

EL TOQUE CHINO

Comenzamos el menú con un toque chino, pan bao y pato, dos elementos diferenciales de la cocina de un país que ha sido referente gourmet desde los tiempos de Marco Polo. El taco de pato con mayonesa hoisin, pepino, daikon, caviarolli es un prodigio de delicadeza.

Los toques aterciopelados del pan contrastan con los crujientes vegetales del pepino y el daikon, un rábano blanco que transmite frescor al paladar. El pato estaba impecable, con su sabor inconfundible y con ese punto de fuego que convence desde el primer bocado. La mayonesa hoisin, con su picante educado, nada incendiario, redondea la alegría en la boca.

Las perlas de caviaroli ultiman esta propuesta oriental, muy viajera, con sus notas de aceite aromatizado. Sabores gratos para quienes disfrutan con todo tipo de cocinas del mundo.

ATÚN DE PROXIMIDAD, DE MENOS DE 50 KILÓMETROS

Estamos muy cerca del Estrecho, a pocos kilómetros de los santuarios mundiales del mejor atún. La calidad del pescado es una obligación y en Spiler superan el examen con matrícula de honor gracias a un tartar de atún con ponzu, cebollino, ensaladilla rusa de aguacate y semillas de mostaza encurtidas en sake.

Soberbio. Sí, supremo. Es uno los tartar más refrescantes, más poderosos de la Costa, un auténtico chapuzón gourmet que se extiende por el paladar y el olfato. Cada bocado es un festival de: atún fresco con textura de seda, cítricos delicados del ponzu, toque ligeramente picante del cebollino y la curiosidad que aporta la ensaladilla rusa de aguacate.

Tartar creativo, lejos de los caminos trillados, y totalmente adictivo, que se presenta en una hoja verde enorme para llevarnos a… los mares del Sur desde el primer vistazo.

DE UN OCÉANO A OTRO, DEL ATLÁNTICO AL PACÍFICO

El historial viajero de Adrián Topan y Álvaro Hermosín, impulsores de los fogones de Spiler, se refleja en el tercer plato de este menú volcado en el mar. Su ceviche de pescado, con una leche de tigre que impresiona por el equilibrio de sus toques cítricos, transporta desde este rincón final del Mediterráneo justo antes del Atlántico hasta el Pacífico más latino.

Pescado en su punto, leche de tigre impecable y, en todo lo alto, el boniato asado, absolutamente supremo. Es el contrapunto tranquilo a un plato revitalizante, al que solo pediríamos un poquito más de textura crujiente al maíz asado, más conocido como cancha. Imprescindible en el menú.

RETORNO AL MEDITERRÁNEO

Málaga tiene el secreto del “pescaito frito”, es un Arte, un momento siempre mágico cuando se disfruta a orillas del Mediterráneo. Los ejes de la fritura son simples: pescado fresco, fresquísimo, y aceite de oliva virgen extra Premium, sin espacio alguno para mezclas raras, ni para girasoles deleznables que tanto gustan a cocineras y cocineros educados en las escuelas francesas de la mantequilla.

Luego hay que contar con la mano de quien controla la sartén. Más que mano es Arte. En Spiler atesoran ese conocimiento. Su fritura de pescado, aromática, crujiente, sin una gota de grasa extra, solo puede calificarse de magistral. Cada pescado sorprende con un sabor enérgico, pero siempre refinado. Delicioso.

DESDE MALIBÚ CON HIERBABUENA

Adiós postres pesados, adiós a las descargas de azúcar ultra procesado, solo fruta, sí, fruta pero con el toque de alcohol del Malibú, utilizado para marinar rodajes de piña natural, casi transparentes. El postre de temporada veraniega de Spiler se llama carpaccio de piña marinada en Malibú, helado de coco y hierbabuena.

El juego de aromas, desde el Malibú hasta el coco y a la propia piña, avanza un viaje a los mares más exóticos sin moverse de la mesa. La hierbabuena cautiva, a su vez, con la fuerza peculiar de su perfume, siempre asociado a Andalucía en clave Gourmet.

Un postre elegantísimo, exquisito y… ligerísimo, para continuar la actividad de la jornada sin sombra alguna de pesadez.

Una excelente y refrescante experiencia gastronómico que tuvo su mejor acompañamiento en los vinos «locales» de la familia Cloe. Arrancando por el Rose, ideal para maridar con platos con tintes asiáticos y continuando por el blanco de uva Chardonnay. Dos vinos con el carácter de la Serranía de Ronda de los que presumen internacionalmente Bodegas Doña Felisa.

Spiler ya tiene un lugar de honor entre los mejores clubs de playa de la Costa. Dos cocineros de gran solidez, Topan y Hermosín, bien apoyados por un equipo de sala que se multiplica para atender a la clientela en… 100 idiomas diferentes, han conseguido el objetivo: elaborar delicias de destinos exóticos con ingredientes de proximidad

El almuerzo, en nuestro caso, o la cena en Spiler se convierten en singladuras sugerentes por mares lejanos. Siempre una aventura, siempre una experiencia única.

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