Descarga emocional en un bocado: todos tus recuerdos felices de la niñez se pasean placenteramente por los vericuetos de tu cerebro. Vuelves a tiempos en los que un asado era un lujo que se disfrutaba muy pocas veces al año, a épocas en las que el aroma y el sabor de esa carne lechal te acompañaban a la gloria.

¿Dónde se produce este milagro?: en Asador Puerta de Málaga, de Casabermeja, el establecimiento de Cocina del Retorno impulsado por Juan Torremocha y María. La cocina tradicional, complementada con algunas de las mejores soluciones de vanguardia, despliega todas las esencias del producto ante la persona sentada a la mesa.

En Puerta de Málaga se descubre la dimensión del producto supremo, desde un tomate, un huevo de toro, hasta un chivo lechal, desde unas patatas fritas a la inglesa, que conducen al éxtasis, hasta una crema de mango de la Costa Tropical, capaz de seducir al gourmet más exigente.

Pasen y vean. Ahora podéis disfrutar de toda la magia de un establecimiento acorde con un escenario de montaña, asentado de un pueblo tan irreductible y apasionante como Casabermeja.

 

 

Estamos en una localidad muy especial, pionera en adquirir su libertad y sus derechos ciudadanos a los nobles de la época medieval. Se respira una atmósfera muy especial.

UN TOMATE HUEVO DE TORO… WHAT ELSE?

Se lo dicen a George Clooney en todos los anuncios de café. What Else? Sí, ¿qué más hace falta para tocar el cielo si se disfruta con un buen tomate? Juan Torremocha busca ese tomate del terreno, llegado desde el cercano Valle del Guadalhorce, para abrir su Menú Celebración y lanzar un primer directo a los sentidos de quienes nos sentamos a su mesa.

 

El tomate, cortado con precisión de cirujano, se acompaña con un aceite de oliva virgen extra de la sierra malagueña, potente, con un vinagre repleto de aromas y unos troncos de atún muy jugosos. What Else? Esta ensalada de tomate es una fiesta de frescor, de dulzor con un mínimo toque agrio, el mejor punto de partida para un menú que domina el asado

Seguimos en clave clásica con unas croquetas, celestiales, en dos sabores y dos tamaños. Hasta aquí la tradición, ahora viene la innovación. Las grandes son de chuletón de Huesca y las pequeñas de bogavante.

 

Os ha gustado la letra de este plato? Pues tenéis que imaginar la música. Son croquetas enérgicas, nada blandas por fuera, que transmiten sabores puros, elegantes y adictivos. Sí, es difícil tomar solo una o dos, al final tienes que frenar tu apetito. Excelentes.

PATATAS FRITAS A LA INGLESA

Comienza la liturgia del asado. Primero un plato de lechuga y cebolla morada, después un plato de patatas fritas a la inglesa, las patatas que trastornan a grandes y pequeños desde tiempo inmemorial y, por último, el asado de chivo lechal malagueño.

Los recuerdos Gourmet de la niñez, de los años más felices, se agolpan en las personas que estamos ante la mesa con los aromas y las imágenes que Juan Torremocha y María despliegan con el cariño y el orgullo de quien sabe que ha hecho un gran trabajo.

Las patatas fritas son tentadoras. Es difícil resistirse, una, otra, y otra. Crujientes, con el punto justo de sal, un poquito ácidas, ponen los toques de alegría mientras atacas la ensalada, otro milagro gourmet hecho de lechuga fresca y una cebolla que satisface en la nariz y en el paladar con el apoyo de unas gotas de aceite y vinagre.

Las diferentes piezas del chivo lechal malagueño, divididas con mano maestra por Juan Torremocha, lanzan la señal de ataque. Primer bocado, tras escuchar el crujido sutil de la piel en contacto con el cuchillo y… en ese instante se para el mundo.

  

Los 1.001 matices de aroma y sabor de esta carne única se pasean por los sentidos. Son recuerdos de la infancia y, también, satisfacciones adultas. Cada bocado te trae nuevos descubrimientos, que disfrutas pausadamente, sin querer que finalicen en ningún momento. Momento éxtasis.

  

Los secretos del Asador Puerta de Málaga son… muy poco secretos: elaboración a baja temperatura durante muchas horas, más de 14 para el chivo lechal o en otros de los protagonistas de sus asados el cochinillo, minuciosidad en la tarea de control, selección de la materia prima y, por encima de todo, pasión por la cocina.

APOTEOSIS FINAL

Se necesita mucho arte para mantener el nivel de satisfacción de las personas sentadas a la mesa tras el tiempo supremo del asado. El establecimiento de Casabermeja inscrito en Cocina del Retorno tiene un último cartucho: el postre, o mejor dicho, los dos postres que redondean esta experiencia.

La sopa fría de mango con cremoso de yogur evidencia la fuerza de la fruta tropical malagueña para refrescar los sentidos de la persona sentada a la mesa. La textura cremosa de esta mezcla elegante prolonga la magia de cada cucharada en la boca. Dulce, sin excesos de ningún tipo, con el toque cítrico del mango en su punto. Super digestivo.

 

Es el broche perfecto al Menú Celebración, un relajante natural que deja su sello delicado durante un buen rato. Pero si se quiere disfrutar de la experiencia plena hay que catar el milhojas de nata con chocolate caliente.

Solo un gran cocinero es capaz de elaborar un milhojas tan sutil. Es el pensamiento inicial tras el primer bocado, la nata y el chocolate redondean el placer goloso de este postre contundente. Un lujo para los amantes del dulce y un impacto visual para brillar en Instagram.

El asador tradicional, fiel a sus principios de calidad máxima, atención de altos vuelos y generosidad en las raciones, tiene un lugar de honor en Cocina del Retorno. El establecimiento regentado por María y Juan en Casabermeja, en plena entrada a Málaga desde Madrid y a muy pocos kilómetros de la Costa del Sol, imparte todo un curso de acogida.

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