En esta casa, en Los Patios de Beatas, mandan los vinos, los mejores vinos de Málaga, y son muchos, alineados junto a las grandes añadas del mundo, pero brilla, sobre todo, la cocina. Es imaginativa, colorida, vibrante y amable, especialmente amistosa.

Cada plato de Los Patios de Beatas, arraigado en la tierra y el mar más cercanos, se diferencia por incorporar un guiño al Caribe lejano. Es un toque mínimo pero introduce ese sabor, ese ritmo, que sigue atrayendo a millones de españoles desde que Colón nos comunicó su descubrimiento.

Antes de entrar de lleno en los Menús Celebración, disponibles por 35 euros, y Celebración Gourmet, que se comercializan con un precio de 50 euros, tenemos que hablar del escenario físico de este establecimiento. El calificativo grandioso se queda corto, ya que te acomodas en un patio cubierto por una gran cristalera, con el mismo confort y el sosiego de un Virrey de las Indias en sus posesiones.

Los Patios de Beatas se sitúan en un edificio histórico a muy pocos metros de la puerta principal del Museo Picasso, en pleno casco histórico de Málaga, no muy lejos del puerto, abierto al continente americano en tiempos aún cercanos.

UN PASEO TROPICAL

Vamos adelante con unos menús de Alta Cocina personalizados con el punto exacto de exotismo, un verdadero soplo de optimismo que alegra la existencia de cada persona sentada a la mesa.

Señal de salida: la ensalada malagueña más tradicional, esa combinación única de patata, bacalao y naranja que siempre es prodigiosamente vanguardista, alcanza una nueva dimensión cuando Camilo Rojas, Cocinero Ejecutivo de Los Patios de Beatas, la interpreta como Causa Malagueña.

 

Los detalles singulares de lima y aceitunas negras potencian los aromas y sabores de un plato tan refrescante como distinguido, todo un dandy que abre el Menú Celebración con el sello de Sabor a Málaga en sus ingredientes.

El Menú Celebración Gourmet inicia su camino con otro clásico malagueño: el Ajo blanco, la sopa fría más grandiosa a partir de los componentes más humildes: almendra marcona de los Montes de Málaga, ajo, aceite, agua y sal. Es una sopa celestial, que te eleva hasta la gloria cuando marida con: un gel, especialmente delicado y sedoso, que se elabora a partir de mango de la Costa Tropical; y un helado de pistachos. Son detalles que confirman los niveles de creatividad desplegados en los fogones de Los Patios de Beatas, mientras se potencian los productos de la tierra, etiquetados con el sello Sabor a Málaga.

  

CUANDO UNA MESA SE CONVIERTE EN JOYA

Las y los comensales que se acomodan en Los Patios de Beatas disfrutan de un espacio señorial y de un lienzo exclusivo, solo para sus ojos. Sí, cada mesa es una superficie cerámica exquisitamente vidriada, en la que el artista ha recreado una de las diferentes labores de la vinicultura con la mejor estética. Son piezas únicas, que transmiten una espiritualidad especial.

En ese escenario brilla el siguiente plato de los Menús Celebración: el cortadito ibérico, o lo que es igual, panceta ibérica cocinada a baja temperatura y rellena de sobrasada. Potencia en la nariz, en la boca, en la vista, pero nada chocante, nada fuera de tono, ensamblaje perfecto, sin aristas, que contrasta con el acompañamiento de hinojo anisado. La piel crujiente de la panceta añade una nota divertida en cada bocado. Inolvidable.

Llega ya el tiempo de Mediterráneo, el tiempo del mar que baña una ciudad en ebullición tras recobrar su pasión por esas aguas, por la cultura de unas olas que van desde Algeciras a Estambul. Llegan las croquetas de calamar. Sí, llega la sal de la vida.

Camilo Rojas ha puesto su arte en los fogones al servicio de un bocado mágico, que reúne el calamar con su tinta y un toque de foie, aligerados por un alioli de menta. Cada vez que se cata esta croqueta se disfruta de una sensación placentera, capaz de poner los ojos en blanco.

Seguimos en esa orbita suprema con la última propuesta del Menú Celebración Gourmet: taco de presa ibérica cocinado a baja temperatura, con salsa de ajo negro y puré de apionabo, más puerro asado durante 3 horas. Arte puro, alfa y omega, yin y yan, blanco y negro, los sentidos necesitan, de inmediato, la comunión de estos elementos para llegar al éxtasis. Es una fiesta total.

 

El taco de Los Patios es un plato supremo, elaborado, una vez más, con ingredientes de calidad, pero humildes y cercanos. Nada de vacas viejas, nada de chuletones ostentosos, nada de brasas gestionadas con tecnología espacial. Solo muchas horas de trabajo en una cocina tranquila, dominada por la profesionalidad y la pasión por el trabajo bien hecho.

UN BAÑO DE DULZOR TROPICAL

Estamos en la cumbre, en un nivel celestial. Para volver a la Tierra se necesita un poquito de música caribeña, puro ritmo. Vamos con el caramelo pasión del Menú Celebración Gourmet.

 

Vibrante desde la primera cucharada por la musicalidad de sus sabores y texturas. Camilo Rojas encaja cada elemento: la crema de tofe salado, el plátano envasado al vacío con caramelo dulce y romero, la fruta de la pasión con chocolate blanco y la galleta con yogur liofilizado, en un todo homogéneo. No sobra nada, son notas bien orquestadas, son ese ritmo tropical que predispone para continuar la diversión.

  

Como comentamos al comienzo del post en Los Patios de Beatas mandan y hay un lugar reservado para los mejores vinos, nacionales, internacionales y, también, locales. En esta ocasión nos decantamos por vinos malagueños que ya son referentes y envidia del sector como el moscatel seco Capuchina Vieja de Bodegas La Capuchina, el rosado Las Olas del Melillero de Victoria Ordóñez o el dulce Señorío de Broches de Dimobe.

Sensaciones gratificantes desde el primer al último plato. Ritmo impecable y un recuerdo de cocina magistral en todas las propuestas.

 

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