La embajada más exquisita de Japón en el Sur está situada en el centro de Estepona, se llama Takeko Sushi Bar. Es una taberna sencilla, pero muy cuidada, en la que mandan las sensaciones poderosas y, al mismo tiempo, sutiles.

Es la primera nota de tradición y… contradicciones. En Takeko se respira respeto a las costumbres japonesas, de la ciudad de Osaka en concreto, pero la contradicción llega de la mano del… “sushiman”, que es una magnífica especialista japonesa, formada en las técnicas de la mejor cocina nipona en su propia Tierra.

Su compañero de vida, responsable de sala y sumiller, lleva el Sur en sus venas, bien combinado con el mejor conocimiento personal tanto de Japón como de sus costumbres gourmet que pueda imaginarse.

El resultado de esa fusión única se atesora en una carta vibrante, que satisface a la personas sentadas en las mesas de Takeko con: su colorido, su arte de presentación, sus aromas y, por encima de todo, sus sabores sublimes, sí, sublimes, siempre combinados con la armonía de la mejor pieza musical.

Una cena para dos nos ha descubierto la genialidad de Takeko Sushi Bar. Los consejos del equipo de sala para redondear un menú corto, aunque representativo, nos han llevado por platos fríos y calientes a través del salmón, del atún, de la anguila y de la carrillada ibérica. Son platos emocionantes, repletos de intensidad.

Experiencia por todo lo alto para quienes apreciamos el valor de las texturas diferentes, de los ingredientes poco hechos y de la originalidad. La responsable de la cocina de Takeko, la maestra “sushiwoman”, tiene la receta de la energía vital y se comprueba en cada una de sus creaciones.

Esta mini embajada de Japón en el Sur, localizada en una calle del centro de Estepona a muy pocos metros de la playa, atesora emoción, calidad y exotismo con una tarifa ajustada. Menos de 80 euros para cuatro propuestas de altura y un postre con un mochi casero absolutamente supremo.

Imprescindible del verano 2022, y del otoño, y del invierno… Emociones gourmet aseguradas.

LAS ALGAS SE VISTEN DE GALA

Iniciamos la cena en Takeko con una propuesta caliente, con una nota tibia que potencia la profundidad de sabor del Gunkan Ikura a base de huevas de salmón. Hablamos, en castellano, de un arroz sazonado y huevas de salmón, con un tono naranja brillante que habla de frescor, que se envuelve en hojas de alga nori.

Es una obra de arte, de máxima delicadeza, que contemplas con admiración antes del primer bocado. Después llega el éxtasis: la esencia del salmón se potencia con las notas saladas de las algas en una fiesta para cualquier paladar amante de lo exótico.

Pero hay más en esta primera propuesta templada de nuestra cena en Takeko: dos nigiris de anguila japonesa con salsa kabayaki. La magia de una bolita de arroz moldeada primorosamente por la “Sushiwoman” de Takeko y de una loncha de anguila impresiona por su aroma desde el primer momento.

La descarga de sabor en el paladar confirma la sensación inicial: pescado contundente, pescado puro. Todo un placer para los sentidos. Sobresaliente.

FUTOMAKI, EL SUSHI EN TAMAÑO XXXL

¿Qué es un futomaki? Una pieza de sushi de gran tamaño, que admite más ingredientes gracias a su formato especial. En este caso hemos disfrutado, y muchísimo, con el futomaki emblemático de Takeko: su triple atún. Este plato incluye los tres cortes maestros del pescado: el lomo, el tarantelo, que se denomina Chu toro en japonés, y la ventresca, conocida como O toro.

Definiría este futomaki como… un paseo por las estrellas. Cada pieza reúne las tres estrellas del atún, cada una con personalidad propia tanto por textura como por sabor. Genial.

Un toque leve de soja casera, elaborada de forma artesanal en la cocina del propio restaurante, redondea la degustación de esta joya gastronómica. Para disfrutar intensamente de cada segundo, sin distracciones. Es un placer total.

UN CONO DE HELADO… CON VENTRESCA

Una excentricidad para esta cena… impecablemente exquisita y exótica: un temaki negitori, o lo que es más cercano: una especie de cono de helado de alga elaborado a mano que se rellena de ventresca de atún y cebolleta. Señoras y Señores, ante Ustedes: la fiesta del crujiente.

Este temaki, o cono de helado hecho con algas, reúne su propio crujiente, super delicado, con el crujiente vegetal más estimulante, proporcionado por una cebolleta con su nota justa de picante. La unión con la ventresca, especialmente melosa, es una fiesta para el paladar que se graba en la memoria para siempre. Absolutamente magnífico.

CARRILLADA A LA MANERA NIPONA

Finalizamos esta cena, una ventana a la mejor cocina popular japonesa, auténtica, pura, sin vanidades, con unos brioches de carrillada ibérica, una carne que se deshilacha en un curry espeso y ligeramente picante.

Estos brioches se llaman Karee pan, son deliciosos, y proponen aromas de carne muy poderosos, texturas delicadas y las alegrías de esa nota final punzante, aún más agradable cuando el paladar ya ha disfrutado con decenas de sabores exóticos.

Los Karee pan reafirman los niveles de sensibilidad manejados en unos fogones, es una manera de hablar, tan auténticamente japoneses como… los de Takeko en Estepona. Son sutiles en cada detalle sin renunciar a esa energía vital aportada por profesionales que trabajan con pasión.

EL POSTRE MÁS LIGERO

Sí, el más ligero: un mochi casero, elaborado por el propio equipo de la casa, con te matcha y frambuesa, adornado con bolitas son frambuesa deshidratada. ¿Cómo está? Soberbio, si se aprecia un dulce etéreo y diferente.

En Takeko tratan la pasta de arroz, clave para crear un mochi, con una técnica especial para mantener su… plasticidad sin convertirla en chicle. Una textura blandita pero nada empalagosa. Las frambuesas añaden las notas de color y de sabor intenso. Bien resuelto.

El segundo postre nos sorprendió por la elegancia y ligereza, fue un Tataki de chocolate con helado de té verde macha. Todo un éxito conseguir la intensidad y profundidad de sabor del chocolate combinado con el té. Muy recomendable.

El vino con el que maridamos la cena fue Abando, blanco de Rioja. Una propuesta exquisita que armonizaba especialmente bien con la comida. Elaborado con uva viura y madurado 7 meses sobre lías. Un vino de lenguaje propio y contundente.

Disfrutar de un buen restaurante japonés, de un gran restaurante japonés, es posible sin dilapidar una fortuna y sin salir en las imágenes de los paparazzi. Takeko Sushi Bar tiene la fórmula de la calidad suprema en medio de la mayor discreción.

Tu punto de referencia para sushi en Málaga está situado, casi escondido, en un callejón cercano a la Playa de la Rada en Estepona. Ven a regocijarte con cada propuesta, a pagar un precio justo y a enamorarte del Japón más auténtico. Eso sí, será difícil que salgas en las páginas de Celebrities.

Takeko te reafirma en el valor de lo honesto, lejos de flashes, de lentejuelas y de micrófonos. Puro Japón, pura honestidad.

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