Está escondida en una de las callejuelas con más sabor del corazón de Málaga y tiene la receta del helado artesanal más entrañable. Se trata de la sucursal de Casa Mira en Andrés Pérez, una combinación impecable de la estructura señorial de una casa de finales del siglo XIX y el minimalismo del XXI
Es el escenario perfecto para disfrutar con un bombón helado de “toda la vida” o con un blanco y negro entrañable, los grandes monumentos del frío gourmet para paladares golosos. Nos gusta el envoltorio delicado del bombón, un papel de plata distinguido con el nombre de la Marca, que se dobla con toda delicadeza como en una mantequilla exquisita. Nos encanta la capa de chocolate, super crujiente, y la fragancia de la vainilla.
El blanco y negro, café granizado y mantecado, propone el remedio contra el calor más implacable. Texturas chocantes, pero complementarias, y una batalla, incruenta, entre el amargor de un buen café y el punto dulce de la vainilla. Clásicos de siempre para paladares de todos los tiempos.
