Subes hasta la quinta y última planta del Hotel Catalonia Ronda, para disfrutar de una terraza que sobrevuela el coso taurino emblema de la ciudad. Te acomodas en Panorámico, el restaurante Gourmet de este establecimiento, y divisas la grandeza de la Serranía, un espectáculo único en el mundo, casi en 360 grados. Solo puedes pedir una cocina a la altura del escenario.

El equipo de Álvaro Anguiano te asegura el resultado final: su menú reúne… auténticos bocados al cielo, bocados exquisitos como corresponde a su enclave en Ronda y a un hotel volcado en la mejor gastronomía, como ya es norma en los alojamientos de la cadena Catalonia.

Un cocktail – almuerzo que finalizaba el programa de Ronda Destino Gourmet, degustado con compañeros de prensa y creadores de contenidos para las Redes Sociales, nos ha descubierto el nivel de la cocina en Panorámico. Es poderosa, inquieta, repleta de guiños de vanguardia, pero fiel a la tradición de la tierra, y volcada en los productos de cercanía.

Los platos son frescos, nada recargados, sus sabores son siempre estimulantes y lanzan guiños continuos a los clásicos de Ronda. Esta cocina, repleta de vitalidad, va directa a los paladares en formación, más receptivos, a las y los Gourmets de mañana mismo.

EN PLENA ESCALADA

Descarga de fuerza en la primera propuesta de un menú con 9 estaciones: chupito de salmorejo de mango, queso y anchoas. Es solo un chupito, pero deja un sello muy estimulante, como la mejor bebida energética.

Dos mundos en un único trago: el dulce casi cítrico del mango frente al salado de los otros dos ingredientes, impactan, del modo más agradable, en los sentidos. Divertidísimo. Deja un recuerdo muy grato en los sentidos.

Casi sin tiempo de respirar llega la segunda propuesta: carpaccio de tomate con ventresca de atún y ajo frito. Frescor y aroma de tomate de verdad con un atún de máximo nivel. Sabores puros, con tintes veraniegos siempre desenfadados. Es un plato grandioso elaborado con genio a partir de ingredientes excelentes.

Un inciso ahora para hablar de un servicio de sala con calidad, muy entregado a la clientela y buen conocedor de cada una de las propuestas del responsable de los fogones… enhorabuena Mariana Márquez, Directora del Catalonia Ronda, por la excelente formación de todo el equipo de Panorámico.

DE RONDA A RONDA PASANDO POR JAPÓN

Mini bocados, maxi satisfacción y sorpresas. Las 4 propuestas siguientes de Álvaro Anguiano, planteadas para mostrar la frescura de su cocina, nos llevan desde Japón, con nigiris de salmón y atún rojo, hasta Ronda, con tartar de retinta supremo. Pero hay más destellos de Gastronomía actual, muy vital, con guiños a la tradición.

Esta segunda parte del cocktail ha arrancado con unos nigiris tan soberbios como los mejores de Tokio, la ciudad de su creación. Dos piezas perfectas, por tamaño, por presencia estética, por la compacidad de su arroz y por la frescura de los pescados, el salmón y el atún rojo. El sushi se ha puesto de moda en Ronda… y entendemos perfectamente los motivos de su ascenso.

CON LOS DEDOS, NADA DE PALILLOS NI CUBIERTOS

Otra propuesta para comer… con los dedos, sin necesidad de cubiertos: croquetas caseras de jamón ibérico. Cocina popular convertida en manjar Gourmet. Estas croquetas llegan a la mesa envueltas en una loncha de jamón que casi se funde con el calor de la masa multiplicando así la pegada en el paladar.

Si digo que son croquetas emocionantes creo que me quedo corto. Es otro bocado de gala, que sabe aún mejor si contemplas, al mismo tiempo, las cumbres montañosas que rodean Ronda. Atención al trance, es posible llegar al éxtasis gastronómico. Y no exagero.

Vuelta a la cocina minimalista con unas ortiguillas fritas. Nada más y nada menos. Cuando llegan a la mesa, presentadas en una cesta de mimbre para no perder calor, parecen una especialidad oriental, pero atesoran la esencia de los mares andaluces.

Jugosas, acariciantes en el paladar, fritas con arte para conseguir ese punto crujiente, y con toda la intensidad marina en cada bocado. Un detalle extra: las ortiguillas solo pasan de veneno a manjar si las trata un profesional de máximo nivel como Álvaro Anguiano, un orgullo del grupo de Chefs In Red, #ChefsInRed.

MAR Y MONTE, EXPERIENCIAS INOLVIDABLES

La recta final de este “cocktail experience” repasa tres especialidades tocadas con la creatividad característica de Panorámico de Ronda. Se percibe con claridad tanto en el tartar de retinta… con más ingredientes, como en el bao de calamares o en el brutal bikini de rabo de toro y queso payoyo.

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El tartar rompe moldes: tanto por su presentación, en una barqueta de bambú que te sugiere, de inmediato, una especialidad del lejano Oriente, como por sus ingredientes, retinta, anguila ahumada y mostaza verde.

Los aromas potentes se cuelan por la nariz para anunciar la fuerza de esta carne. El paladar percibe, después, cada toque limpio de una gran carne roja con pinceladas de un picante sutil, repleto de fragancia. Soberbio.

BAO DE CALAMARES CON ALI OLI, IMAGINACIÓN AL PODER

Si has disfrutado con un bocadillo de calamares en cualquier versión tienes que probar el bao de calamares con ali oli de Panorámico, el restaurante emblemático del Hotel Catalonia Ronda. Es el bocata definitivo, con todo el sabor de unos calamares fritos magistralmente en un gran aceite de oliva virgen extra, un aceite de Ronda, con ese ali oli adictivo, cargado de las mejores fragancias, y con un pan acariciante. Álvaro Anguiano, el responsable de los fogones, evidencia su cariño por la cocina oriental sin perder el respeto a un lujo gastronómico, a los calamares fritos. Tienes que probarlo mientras contemplas la Serranía de Ronda en 360 grados. Es una experiencia única.

El cierre del menú salado en Ronda tiene un protagonista indiscutible: el rabo de toro. Álvaro Anguiano lo interpreta en clave de bikini de rabo de toro y queso payoyo. Sí, como un bikini, es decir, como un sándwich clásico con pan caliente.

Aquí se cambian los ingredientes: el jamón york cede su puesto al rabo de toro a la rondeña y el queso clásico, listo para fundirse, se rinde ante un payoyo fuera de serie. Esto si es comida rápida a la española, “fast food” con carácter.

Adiós hamburguesas industriales de cocineros estrellados, adiós inventos dictados por los beneficios económicos rápidos. El bikini de Panorámico es contundente, todo un aluvión de fuerza refinada, comedida, gratificante. Un ejemplo a seguir. Impecable.

QUESO Y MIEL

Punto final para este cocktail en Panorámico, un postre con tarta de queso, helado de miel y piñones. Es ese bocado al cielo que comentábamos al comienzo del repaso al menú.

Nos ha gustado la tarta de queso, y mucho, pero nos ha trastornado el helado de miel con los piñones, un dulce siempre actual y saludable.

Panorámico, el restaurante en la azotea del Hotel Catalonia Ronda, confirma el crecimiento Gourmet, ya imparable, de los establecimientos gastronómicos de hotel. Un cocinero de altos vuelos y un equipo de lujo tanto en los fogones como en la sala motivados al máximo son claves en este ascenso.

La colección de experiencias positivas que disfruta cada visitante en Panorámico es muy especial. Es otra forma de vivir Ronda, de impregnarse de la grandeza de una ciudad única en el mundo.

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