Sus platos son verdaderos directos al paladar, descargas de aromas y sabores que impactan en los sentidos Gourmet. Juan Poyatos, el pilar de la cocina en Camelot Gastrobar, de Ronda, va siempre de frente, va a gratificar a su clientela con una fiesta de genialidades tan potentes como desenfadadas.

Camelot Gastrobar puede ser un restaurante, un bistrot o una taberna ilustrada, pero se define mejor como un establecimiento capaz de atraer a todas las personas enamoradas de la mejor gastronomía con la mejor relación entre calidad y precio. Es una fórmula perfecta, más si llega acompañada de una nota final especialmente contenida.

Hemos descubierto la esencia de Camelot y de su cocina inquieta en un almuerzo rápido, de tapas, abierto con unos callos a la rondeña absolutamente magistrales y finalizado con unas croquetas de espinacas con piñones y pasas dignas de una vuelta al ruedo en la plaza de Ronda, que se abre a menos de 400 metros de las puertas de esta casa.

Cocina popular por su capacidad para llegar a toda clase de público, cocina exquisita por la elaboración de cada plato, y cocina casi instantánea, por la celeridad de respuestas a las peticiones de cada mesa. Este último piropo debe repartirse entre el equipo de los fogones de Camelot Gastrobar y el equipo de sala. Son profesionales super eficaces, bien formados y con un toque de alegría que atrapa a la clientela.

Ahora vamos a transmitiros los niveles de felicidad que hemos experimentado con la colección de tapas firmadas por Juan Poyatos. Es otro de los genios de la cocina que componen el grupo de Chefs In Red, #ChefsInRed… solo lo mejor de lo mejor.

CALLOS QUE JUSTIFICAN UN VIAJE

Frío otoñal, viento helado en Ronda y callos de Camelot Gastrobar. El aroma de estos callos con garbanzos bien especiados ya te atrae desde el exterior y te trastorna, en el mejor sentido de la palabra, cuando el plato llega a la mesa.

Salsa bien ligada, garbanzos contados, que hablamos de callos no de un cocido, especies repletas de fragancia y callos, gelatinosos, delicados, bañados por una salsa justa, nada excesiva.

Con estos callos entras en calor a los pocos segundos. Son alegres, divertidos y, por encima de todo, potentes en el paladar, aunque muy digestivos. Supremos.

MERLUZA CLÁSICA

Bajamos un poco la temperatura con otro entrante, pero frío: ensaladilla de merluza. Es un clásico, uno de esos platos que tienes en el recuerdo, pero se muestra muy actual cuando lo interpreta el equipo de Juan Poyatos.

La textura de la merluza, consistente, y su sabor, acariciante, son dos valores distinguidos, difíciles de encontrar en una tapa cualquiera. Hay mucha elegancia en esta merluza fría, perfecta para cualquier temporada del año.

CAPRICHOS DESATADOS

Seguro que estáis comentando el desorden de los platos en el almuerzo degustación. Tenéis toda la razón, pero la culpa es de la carta de Camelot Gastrobar: pides una tapa… y te gusta, pides otra más, y te gratifica de nuevo. Al final te dejas llevar, quieres probar todo hasta que el personal de sala te aconseja con sabiduría y pones freno a esa voracidad.

El bocadillo de sobrasada con queso de cabra que llega ahora a la mesa nos reconduce. Se presenta como un “panini” italiano, bien tostado en la plancha, con todo su contenido perfectamente fundido. Es un bocado de gloria, que lleva el sello de Kilómetro 0.

En Ronda y en toda la Serranía saben mucho de chacinas, el nombre de los embutidos en esta zona de Andalucía, de quesos de cabra y de pan. La combinación es perfecta, especialmente recomendable para captar la esencia de este territorio.

TACO DE CARNE DE VACA, ESPECIALIDAD DE LA CASA

Mestizaje a lo grande: taco de carne de vaca, cocinada a baja temperatura, y mayonesa de mojo. Es difícil decir que ingrediente gusta más. La carne está impecable, jugosa, con la textura exacta, ni muy blanda ni muy dura. El taco perfecto, con su punto crujiente, y la mayonesa es… una locura, repleta de aromas, con un toque picante.

Otro ejemplo de cocina con elaboraciones de talla, con mucho control de todos los procesos para llegar a un plato brillante, de los que forman a Gourmets de hoy y del mañana. Pura artesanía.

UN GRANDE DEL TAMAÑO MINI

Juan Poyatos domina el formato mini de cualquier propuesta, es un grande de la tapa. Reafirma ese liderazgo con otro clásico… cargado de toques divertidos: la hamburguesa de pollo frito con panko, queso de cabra y mermelada de tomate.

El toque crujiente del rebozado del pollo, ese pan rallado japonés conocido como panko, el punto enérgico del queso y el dulce controlado de la mermelada de tomate, son algunos de los secretos de una hamburguesa adictiva.

Son solo tres o cuatro bocados, pero el paladar pide más marcha. Otro acierto pleno de Camelot Gastrobar, bien confirmado por el gran número de clientes que llenaba el establecimiento rondeño el último día del puente de la Constitución.

CROQUETAS DE ESPINACAS, EN OTRA DIMENSIÓN

Es una tapa. Son solo 2 croquetas de espinacas con piñones y pasas, pero es Alta Gastronomía real. Nivel supremo. Crema consistente, pero sin excesos, aroma vegetal y sabor profundo, que deja a todos los comensales con los ojos en blanco, casi en éxtasis.

Parece impensable pero te lo crees cuando has degustado hasta la última miguita. Solo 2 croquetas pueden lanzarte a las estrellas. Soberbias.

Camelot Gastrobar, un clásico en Ronda, demuestra el dinamismo de la cocina malagueña que se realiza más allá del bloque de Sol y Playa, más allá de la Costa.

Juan Poyatos impacta con un trabajo minucioso, delicado, que regala experiencias Gourmet auténticas, emocionantes. Hay que pensar en Ronda cuando se quiere comer muy bien… con el desembolso más ajustado. Es una realidad.

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