Es la fórmula del éxito: una actuación conjunta de dos grandes de los fogones malagueños, una sola jornada y una tarifa final ajustada, 40 euros. Hemos disfrutado de la experiencia en Araboka, Casa de Vinos y Comidas, a muy pocos metros de la Catedral de Málaga, de la “Manquita”, y del Museo Picasso: una oportunidad única, irrepetible.

El trabajo coordinado de Pachu Barrera, cocinero ejecutivo, “Residente”, de Araboka, y de Carlos Fuentes, cocinero del restaurante C&C, el artista invitado, se ha materializado en un Menú Hermanamiento de los que dejan huella.

El Corazón Gourmet de Málaga nos ha confirmado, una vez más, el valor de su tejido gastronómico, muy superior al que vislumbran guías y críticos apegados a esquemas pretéritos. Este Menú Hermanamiento es ejemplo del palpitar de una ciudad en ebullición, que reivindica su liderazgo Gastronómico en el panorama español surgido tras el azote de la pandemia.

FRÍO, NO TAN FRÍO Y CALIENTE

Vamos ya con este menú “A 4 Manos”, diseñado sobre dos entrantes, uno frío y otro caliente, a los que se sumaban dos platos principales: uno con pescado y otro con carne, además de un postre de Semana Santa.

Comienza el desafío entre los dos grandes de la cocina. El primer plato, firmado por Pachu Barrera, avanza el despliegue de sensaciones enérgicas que marcará este almuerzo. Se trata de una entrada fría, Roast Pork, que se sirve a temperatura ambiente.

Este cerdo ibérico hecho en el horno a muy baja temperatura, a solo 45 grados, impresiona por su sabor poderoso repleto de aromas de campo. El bocado es, sin embargo, super ligero. La última nota divertido en el paladar es obra de una mostaza muy aromática, de las que no se olvida.

Ya hemos añadido el Roast Pork de Pachu Barrera en nuestra lista de deseos, en nuestra “Wish List”, para próximas visitas.

La réplica de Carlos Fuentes también deja KO en el mejor sentido. Sus fideos tostados con langostinos y mahonesa de kimchee, nos han recordardo, de inmediato, el Mediterráneo abierto a menos de un kilómetro de la puerta de Araboka.

El primer ataque de los fideos, con la mejor esencia de un mar cálido, contrasta con el frescor de un marisco en su punto, ni blando ni correoso, con un sabor seductor. El picante delicado del kimchee, que se pasea por la nariz pero no ataca la garganta, pone el fin de fiesta a una propuesta directa, nada artificiosa.

SUBIR A LOS CIELOS

Para emprender el camino a la gloria desde Araboka solo se necesita un salmonete de roca, seguramente de Marbella, uno de esos salmonetes que pesan más de medio kilo por unidad, y un gazpachuelo, el mejor representante de la cocina Gourmet malagueña. Son grandes por separado pero conducen hasta el éxtasis cuando se unen de la mano de Pachu Barrera.

Es una cuestión de elegancia, tanto en los ojos como en el paladar, de refinamiento supremo. La carne tersa del salmonete sabe más a mar, a mariscos, cuando se funde con el gazpachuelo y se pasea por el paladar. Majestuoso.

En el almuerzo Hermanamiento era fácil encontrar comensales con los ojos en blanco al degustar este monumento al Mediterráneo. Un Top 5 de 2021 sin discusión.

RÉPLICA COLOSAL

La respuesta se veía venir. Un peso pesado de los fogones como Carlos Fuentes se guardaba un as en la manga: carrillera de cerdo glaseada con patata en adobillo. Un plato contundente, un derechazo Gourmet de KO.

Carne tratada con delicadeza, casi melosa, cargada de aromas y sabores cálidos. Aún más exquisita gracias a su acompañamiento, a esa patata en adobillo con las mejores hierbas aromáticas del Sur. Sensaciones reconfortantes en todos los sentidos. Obra maestra.

LA SENCILLEZ TAMBIÉN ES SUBLIME

El almuerzo a 4 manos de Araboka, un auténtico “Pop Up” celebrado poco antes de la Semana Santa, se cerraba con un postre especial, una torrija de cuaresma… con crema inglesa, firmada por María García Maya, de Candy’s Repostería Artesanal.

La seda de una crema refrescante, con un dulzor mínimo además de un toque cítrico, y la rotundidad de la torrija más clásica, mimada, eso sí, por una repostera de gala, son claves de esta propuesta. Maridaje perfecto, nada pesado, para redondear un menú único, un despliegue de emociones… que no tendrá una segunda parte, que no se repetirá

La singularidad es la nueva referencia Gourmet. Se trata de atesorar emociones únicas. Solo 50 menús, encargados de materializa el Santo Grial de la mejor Cocina de Málaga. Nosotros estuvimos allí y lo disfrutamos con los cinco sentidos.

LOS MARIDAJES DE ARABOKA

Araboka es uno de los principales templos del vino de Málaga, con el conocimiento y sensibilidad de su propietario Antonio Fernández. En el centro del espacio varias champaneras surten de buen vino a todos los comensales que optan por los maridajes por copas.

Como bienvenida nos sorprendió un cava rosé Martínez de la bodega Rimarts del Penedés, afrutado, ligero y amigable. Perfecto para relajar cuerpo y mente antes de la experiencia.

Seguimos por Valdeorras con un Garnacha y Mencía, Can do Sil, igualmente ligero y fresco, pero con cuerpo y sabroso. Elaborado por bodegas Carballal.

Para el plato más potente llegó Lavia Plus elaborado con monastrell de viñedos de altura de la Denominación de Bullas, en el noroeste de Murcia, de Bodegas Lavia. Un estupendo vino de precio muy interesante. Es además ecológico.

Tres descubrimientos para anotar e incorporar a la bodega personal.

Cerramos con el único vino de Málaga de la comida, el Dulce Delicia Nº12 elaborado con 100 por cien moscatel de Alejandría de Cortijo la Fuente. Un vino que nos ofrecen con mucha frecuencia en los restaurantes de la provincia con una excelente relación calidad y precio. Perfecto para maridar un buen postre y cerrar una gran comida o cena.

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